Elige Lo Que Amas

mujer con abrigo y bolso caminando con las manos en los bolsillos por un parque

Eliges tu vida o lo hacen otros por ti.

cita de león tolstoi

1. Elegir Vs Decidir

Empiezo este artículo con una palabra especifica: elige. La he tomado a conciencia porque en nuestro día a día somos poco conscientes de la cantidad de opciones que se nos presentan y cómo escogemos la que más nos interesa.

Ese cúmulo de opciones escogidas determina lo que hacemos, es decir, define quienes somos.

Y siendo tan determinante, ¿no crees que es algo a lo que prestarle más atención a partir de ahora?

cita: una elección es algo muy diferente a una decisión

Cuando tomamos una decisión es cuando escogemos de entre varias opciones que se nos presentan una de ellas. Estamos seleccionando una alternativa de entre varias, determinadas por razones personales.

Estas razones vienen condicionadas por la costumbre, lo rutinario, lo mundano, lo normal, la tradición, el qué dirán. En definitiva, los rituales que practicamos son acciones que, mantenidas durante mucho tiempo han anclado unos pensamientos e interiorizado unas creencias al respecto.

Pero eso de por qué haces lo que haces lo veremos en otro momento.

Sí. Decidir seguir un plan para bajar unos kg de peso o pasar de ello y seguir como estabas antes, con tu peso actual. Aún recuerdas cuando tu madre te hizo aquel comentario que no te moló nada sobre esa camisa que te estaba un poco estrecha y no quieres dar pie a que vuelva a suceder. Decides, como dicen por ahí, “ponerte a plan”.

Hay decisiones tomadas deliberadamente pero también las hay, en muy alto porcentaje, que las tomamos en modo automático. Son ejemplos los de ducharse con agua caliente para no pasar frío o darle al interruptor de una habitación para tener mayor capacidad de visión.

Pero aquí estamos aclarando las diferencias que existen a la hora de tomar una decisión o una elección.

Elegimos algo de acuerdo con un criterio superior. Se trata de algo personal. Una elección es independiente de las circunstancias que tengamos en ese momento. No va en función de las alternativas que dispongamos, de las opiniones de los demás, de forma absolutamente subjetiva.

La elección viene reforzada con determinadas razones que, para ti, son de peso.

Has tomado la decisión de adelgazar 3 kg este mes empezando por privarte de dulces y bebidas azucaradas. Y esta tarde, has elegido comer una manzana en vez de una tarta de chocolate porque sabes que luego no tendrás remordimientos y te inspirará a seguir con tu plan.

Si te das cuenta, eliges de acuerdo con los valores que rigen tu vida, los que te mueven y emocionan.

La elección implica libertad de elegir porque uno quiere, sin necesidad de dar explicaciones a otro, sin necesidad de argumentación. Es un estado de poder.

Decides elegir.


2. Elige lo que amas

Nadie escapa al deseo, a la hora de tomar tener que tomar una decisión, de tener la certeza de estar tomando la mejor decisión.

Uff. Sería fantástico tener un oráculo realmente infalible que desvelase la opción más sabia y conveniente a elegir en cada momento. Un oráculo infalible que le aclare cuál es la mejor decisión que tomar en un momento dado. ¿No crees?

Al final, todo el mundo quiere saber qué es lo que va a pasar o, por lo menos, tener un atisbo, una señal de por dónde pueden ir los tiros.

Aunque pueda sonar controvertido, todos tenemos un punto de indecisión que nos produce inseguridad y nos hace sentir vulnerables.

Si te das cuenta, rara vez te metes en un embrollo que no sabes cómo resolver. Esta decisión la ha tomado el cerebro porque lo hace de acuerdo con las experiencias que has vivido en el pasado y las emociones que has sentido en ese momento.

Todo eso ha quedado grabado en el subconsciente y cuando vuelve a surgir una situación parecida, el cerebro manda la acción de actuar como antaño.

Pero podrías contrastar esto que digo con el caso de personas que, sin saber cómo, toman acción y se meten en una situación de cabeza. Vamos, que primero actúan y luego reparan o mejoran la situación.

Esto es debido a que estas personas están muy conectadas con su intuición. Actúan según les dicta el corazón y no la razón. Toman las decisiones de manera natural, desde el interior. No lo piensan mucho porque saben que, si no van a dudar y lo dejarán para después.

Nunca te equivocarás si eso que sientes es algo que encanta hacerlo y que pasarías todo el tiempo del mundo realizándolo (incluso lo harías gratis, aunque no se lo contases a nadie).

Elige lo que amas.

Y si no sabes lo que amas, prueba una y otra vez, una y otra vez, hasta que des con ello.

Tu corazón lo va a saber al momento porque tu pecho se expande, esbozas una gran sonrisa y respiras hondo dejando tu cuerpo en un estado de plenitud inexplicable.

Aún así, no esperes que todo te llegue a tu vera por arte de magia. No te encontrará a ti.

Serás tú el que decida escoger cómo quieres vivir tu vida, si desde la conformidad y lo que te sea impuesto sin rechistar por tu familia o la sociedad o tu verdadera libertad, aquella que nutre y revitaliza, que da vida a tus deseos y sueños, que te hace sentirte plena y dichosa de vivir esta experiencia de vida, que te hace encontrar tu norte, tu para qué.

No seas víctima del parálisis por análisis. Deja de teorizar, imaginar o debatir mentalmente y actúa. Deja que te inunde la emoción, energía en acción. Ella te confirmará que aquello que has encontrado es tu sino.

El verdadero emprendedor verifica que su hipótesis es verdadera en la práctica.

El auténtico emprendedor es aquel que se conoce a sí mismo. Aquel que tiene muy claro cuáles son sus valores y aquellas creencias, preferencias o incluso las emociones que no tienen nada que ver con las decisiones que toma.

Sabe que la coherencia se encuentra cuando es, hace, dice y siente en la misma dirección.

Acostúmbrate a optar por aquello que te vuelve loca, que te apasiona, y serás feliz toda la vida.

No te digo que dejes de una tu trabajo de piiiiiii. Ejem, ejem. Me refiero a ese trabajo en el que ya el lunes estás pensando cuándo llega el viernes. Ese trabajo que es nutricional, o lo que es lo mismo, aquel que necesitas para pagar las facturas y tomarte una caña con los amigos.

Deja de elegir:

  1. Sin cuestionar, en función de lo que dice la razón.

  2. Por miedo a lo que pueda pasar.

  3. Según tus premisas, según lo que ves.

¿Te imaginas dedicar tu precioso tiempo a algo que te guste tanto, que te divierta tanto, que irse de vacaciones te dé hasta pereza?

¿Te imaginas estar deseando que llegue el lunes porque tienes un montón de ideas para sacar adelante?

¿Te imaginas que el despertador ya es historia porque te levantas impaciente, como un resorte, deseando ocuparte de tus asuntos?

Amiga, no es una película. Se trata de tu vida y tú eliges cómo quieres vivirla.

Una vez más no te digo que presentes tu dimisión en el trabajo, pero sí que desveles qué quieres hacer, dónde está y empieces a navegar en esa dirección. De a poco que seguro puedes hacer alguna acción, por mínima que sea.

¿Te imaginas que viniera Papá Noel o los Reyes todos los días de tu vida? ¡Sería una auténtica maravilla, no!

El significado que le das a las cosas es lo que determina tu vida. Si decides sucumbir a los pesares, a las dudas, a la procrastinación el sendero te llevará a un puerto quizá un poco gris, quizá nada halagüeño.

cita de raimon Samsó: Si una idea no te convence es una idea que no vence

En cambio, si decides vivir tu día a día con ilusión, con alegría y esperanza, con optimismo y entrega, las puertas se te abrirán de par en par.

La normalidad es vivir por lo que uno ama. Lo contrario es una anomalía que no deberías tolerar.

Cuando vives la vida por aquello que te apasiona y te motiva te entregas a algo más grande que tú. El ego deja de tener protagonismo porque aparece tu propósito, aquello por lo que estás aquí. Incluso tú, tu yo más personal, queda relegado a un lado porque tu misión es por y para lo demás. Ya no va de ti.

Sientes como todo es incluso mucho más ligero. Parece que ha desaparecido la preocupación. Ya no sientes paciencia porque todo consiste de ir dando pasitos hacia tu destino. Brotan la creatividad y una gracia inaudita y los problemas se resuelven como por arte de magia.

Esto es lo normal. Todo lo que viene condicionado por el ego es lo anormal.

Elige lo que amas y las evidencias aparecerán. Las sincronicidades se manifestarán una y otra vez.

La abundancia llega a ti porque te respetas sin concesión: eliges siempre lo que amas.

Y si aún te quedan dudas, sigue leyendo porque te mostraré qué hago yo para hacer que el miedo y la incertidumbre no me detengan.


3. Claves a tener en cuenta a la hora de tomar decisiones

1 . Toma conciencia de tus valores y tu misión

Tener bien claro los valores que lideran tu vida, aquellos que te mueven y te hacen de brújula es vital a la hora de tomar decisiones.

Imagínate que sigues con esa dieta de no tomar grasas y te invitan a una comida familiar de la que no te puedes escapar y resulta que hay plato único, un delicioso cocido madrileño. ¡Ostras! Y ahora, ¿qué hacemos?

Si tus valores son la coherencia, la lealtad y la libertad. ¿Tú crees que te sentirías bien si piensas que no quieres comer eso, pero lo haces, si estás faltando a tu propia palabra, aquello que te has prometido, o que no tienes la suficiente fuerza y determinación para decir no?

Cada vez que tomas una decisión, pregúntate si está en coherencia con tus valores y tu misión, aquello que has venido a cumplir. Si es así, no se habla más. ¡No es necesario! Ya estás tomando una buena decisión.

Como supongo vas captando, las buenas decisiones vienen acompañadas de un trabajo interior de autoconocimiento. Y cuanto más te conozcas, mejor lo vas a hacer.

2 . La decisión correcta es aquella que antes te viene a la cabeza

Es el pensamiento más rápido. Somos perceptores de apenas un 3% de la información que pulula a nuestro alrededor. Pero, aunque no seamos conscientes, el resto sí que queda impreso en nuestro subconsciente. Es por ello, que cada vez que tomamos una decisión o sucede cualquier evento hay una reacción muy rápida que llega a nuestro cerebro.

En la mayoría de los casos esta intuición nos va a ayudar pues tiene mucho que ver aquí nuestro cerebro reptiliano, aquel que siempre está en alerta en boga de nuestra supervivencia.

Y si consideras que has tomado una mala decisión haciendo caso a esa primera impresión, igualmente, estás actuando a tu favor, pues el hecho de haber pasado a la acción ya te posiciona más cerca del objetivo que quieras conseguir.

Siempre podrás tomar nuevas decisiones o cambios sobre lo que has decidido.


cita: ninguna reja puede encarcelar una mente

Siempre puedes decidir qué significado le das a las cosas. Siempre hay un aprendizaje o un disfrute.

Hace que dejes a un lado las dudas y el perfeccionismo. Eso sólo te detiene. La velocidad te hace pasar a otro nivel.

3 . Ejecuta sin reservas

Tiene mucho que ver con la anterior. ¡Deja de pensar que te va a salir humo de la cabeza! Y lo peor de todo es que van a ir surgiendo opciones. ¡Muchas! Tanta distracción que cuando ya tengas la cabeza como una zumba (eso me ha pasado a mí literalmente) como dirían en el pueblo:

cita: no sabes ni para dónde estás canteá

Te vuelves loca porque vuelves a pensar en cuál sería la mejor opción. Y vuelves a pensar una y otra vez sin fin.

Cuando tú ejecutas ya has pasado a la acción.

4 . Enfócate en tu principal objetivo

Enfócate en tu talento. Si bien eres asistente virtual, life coach o periodista, enfócate en ello. Da igual los infoproductos que tengas, o el libro que estés escribiendo o el taller que estés preparando.

Tu foco es tu actividad principal, aquello que deseas ser. Sí, me has leído bien, aquello en lo que te deseas convertir.

Lo demás es secundario. Ayuda, pero te distrae.

Cuida tu foco, recuerda recordártelo y síguelo. Por eso, pregúntate si lo que estás decidiendo te dirige o no hacia tu objetivo. Así de fácil.

5 . Deja de tener miedo a perder

No hacer las cosas por lo que vaya a pasar es una auténtica pérdida de tiempo.

Que la decisión que tomes te lleve a una situación privilegiada o peor es responsabilidad tuya, como el resto de cientos o miles de microdecisiones que tomas a lo largo del día. Como te tomes las cosas, cómo las gestiones, cómo las afrontes es decisión tuya.

Si en vez de ganar, lo que haces es perder, no pasa nada. Forma parte del proceso.

Tómatelo como un aprendizaje, como saber que por ahí no es. Incluso es hasta bueno para tu vida y tu negocio porque, a partir de entonces, tienes experiencia en ese sector y eso le puede incentivar y motivar al cambio a tus clientes. Todo ventajas, ¿no?

Lo genial de llevar a la práctica todas estas claves es que te van a dar rapidez, van a aumentar tu autoestima porque estarás mucho más segura de las decisiones que tomas a lo largo del día. Tendrás la sensación de que te diriges hacia tus verdaderos sueños y, lo que es mejor, es que verás que se van haciendo realidad.

El Método Kinku es un sistema de 5 pasos que te llevará a ser lo que deseas, aquello en lo que quieres conseguir, ayudándote a ser independiente y autónomo en la toma de decisiones que afrontas tanto en tu negocio como en tu vida personal.

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De todo corazón, deseo que tomes muchas buenas decisiones.

Con amor,

Bárbara.