Ikigai: Dale Sentido a Tu Vida

Ikigai: Dale Sentido a Tu Vida

1. Tengo predilección por los pueblos pequeños

Mi cumpleaños es fiesta nacional.

Ya es tradición que así lo sea porque, caiga en el día que caiga, las 24 horas que dura el 25 de Febrero (fun fun fun, como canto yo siempre) se pasan disfrutando de la Naturaleza en una deliciosa casita rural al calor de una chimenea.

Esto es, como mínimo. El viaje se hace el día de antes y el día de después. Y, a los que tienen el privilegio de vivirlo conmigo está gustando. Así que, señores, aplíquenselo que funciona.

Es un buen remedio para la persona, para el amor propio, para reconectar con la paz interior, para darse un homenaje, para revalorizarse.

cita celebrar es vivir

Anímense señores, ¡celebren su cumpleaños como Dios manda!

Me encantan los pueblos muy pequeños. ¿Lo he dicho?

Vivo en Palencia, una provincia del interior de Castilla y tan sólo nos queda a unas horas regiones como la de Cantabria, Asturias, León u Ourense con un rico paisaje y lugares maravillosos por descubrir.

Me gusta llamarlo la España profunda. Aunque estas profundidades las hay en todas las provincias. Realmente, tienen su encanto. Ya las carreteras te hacen ver que te adentras en otra dimensión. Se van estrechando y, a veces, van desapareciendo hasta las líneas sobre el asfalto. Y, por supuesto, empieza a haber más y más verde alrededor.

O bien, vas bordeando una montaña como Gandalf en El Señor de los Anillos, que como te escurras un poco, bajas pero bien pronto. Es como llegar a casa. Allí siempre te alojan de maravilla. ¡Están encantados de que vaya gente! Y por supuesto, has de bordear al mastín que está tranquilamente tomando el sol en medio de la carretera. Con suerte y paciencia, igual se levanta y se echa a un lado.

Un pueblo en un lugar recóndito es un lugar adorable. Inspira paz y serenidad. Allí sólo se oyen los pájaros, las hojas de los árboles movidas por el viento y las gallinas. Delicioso.

Afortunadamente, muchos de estos lugares tienen ya una buena cobertura luego eso ya no es una excusa para no vivir aquí si uno quiere. Aunque te das cuenta que no se necesita mucho para ser feliz. Comer una lechuga o un tomate de la huerta o un huevo de las gallinas que ves corretear por ahí no tiene precio.

Casualmente me topé con una noticia de unos pueblos de la provincia de Ourense. Leí que se estaban experimentando los mayores índices de longevidad en la población, incluso desbancando al famoso pueblo de la zona norte de Okinawa en Japón, Ogimi.

Me sorprendió que, intuitivamente, fuimos allí para mi cumpleaños, a la comarca de Celanova. A veces no hace falta irse a la Conchinchina porque, en este caso, la Conchinchina está aquí.

Los lugareños siguen dedicándose a sus quehaceres durante años. Aquí no hay descanso por jubilación porque los animales siguen comiendo todos los días, como ellos.

Aquí se practica el llamado movimiento slow, en el que cada instante cuenta. Se tiene en cuenta, se saborea.

Si vives aquí es porque te gusta esta tranquilidad, te gusta todo lo que hay que hacer día a día para que mañana puedas seguir siendo independiente y tengas calidad de vida, cobijo y algo que comer.

Tienen un sistema sostenible digno de admirar. Aquí no sólo se practica la supervivencia, sino la responsabilidad. Es un estado de equilibrio físico, mental, emocional y espiritual total.

2. Cuatro patas pa’ un banco

Pues sí. ¿No te has preguntado alguna vez por qué las sillas tienen, en general, 4 patas? Pueden tener 3 pero, si te sientas, has de no moverte mucho. Y si tienen 5 o más, al final, resultan ser multitud.

No es mi intención darte una clase de física. Lo dejamos para otro día. Pero, ¿eres consciente cuando te sientas en una silla de 4 patas qué descanso, qué tranquilidad, qué seguridad, qué estabilidad tienes?

Pues bien, de eso te quería hablar. Realmente, uno vive más y mejor cuanta más tranquilidad tiene en su vida. Y es que disponer de 4 patas para sostenerse puede ser un antes y un después.

¿Y cuáles son esas patas? Te invito a un viaje fascinante hacia tu interior, pero vamos a divertirnos. Vamos a hacerlo como un juego.

Para ello tendrás que coger lápiz y papel o, directamente, descárgate las fichas que con tanto amor he preparado para ti. Estoy segura de que te van a encantar.

Te insto a que sigas estos pasos, uno a uno, y disfrutes de esta maravillosa aventura de llegar a conocer cuál es el sentido de tu vida, tu ikigai. Aquí te muestro gráficamente lo que vamos a hacer:

ikigai



¡Vamos con la primera pata!

Empezamos por conocerte un poco más
Si estás leyendo este post es que eres una persona con inquietudes, con ganas de ser independiente y comerse el mundo. Es muy probable que estés emprendiendo desde hace un tiempo o incluso tengas ya tu empresa viento en popa a toda vela.

Puede que te encuentres en un periodo de reinvención y no tengas muy claro a qué dedicarte. O puede que ya lleves años ejerciendo, pero nunca te has planteado qué hubiera sido si realmente te hubieras decantado por aquello que de veras te apasiona.

Cualquiera que sea tu caso, te invito a que juegues y te dejes sorprender.

Para ello, te pido que rellenes la Lista de cosas que sé hacer y soy muy bueno haciéndolas. Se trata de todos aquellos talentos, habilidades o destreszas que tienes, aquello en lo que eres bueno. Escribe 5 o 6, cuantas más mejor.



Por otra parte, te cuento que
…ya ha llovido desde el cambio de moneda pero, dar duros por pesetas es como si te digo ahora dar euros por céntimos. No pega, ¿verdad?

Pues no. Todo no es caridad o altruismo. El dinero surgió como moneda a cambio de un producto vendido o un servicio prestado. Luego, desde ya necesitamos ejercer una actividad para poder recibir una remuneración a cambio.

Ahora, escribe otra lista de aquellas actividades, productos o artilugios que hayas realizado por las cuales te hayan pagado. Sea lo que sea. Escribe todo por lo que en tu vida hayas recibido dinero a cambio. Esta es la Lista de cosas que he hecho y me han pagado por ello.

Bien, ahora date cuenta de qué es aquello que se repite en ambas listas y márcalos de alguna forma. Rodéalos.

Las coincidencias de estas listas te proporcionan información sobre cuál es esa actividad a la que podrías llamar PROFESIÓN.



Avanzamos y levantamos la mirada
¿Qué sería de nosotros si no pudiéramos compartir con el mundo nuestro saber hacer? ¿De qué te sirve tener todas las carreras del mundo si no aprovecha a nadie? No tendría sentido.

Por eso, en esta ocasión vamos a ver qué es lo que nos rodea y qué constructivo podemos hacer por ello.

Es momento de empatizar y ponerse en su piel. Rellena una nueva lista según tu criterio. Será la Lista de cosas que el mundo necesita para mejorar en lo que yo puedo aportar.

La confluencia de aquello que necesita el mundo para mejorar y aquello por lo que tú puedes ser remunerado es tu VOCACIÓN, aquella llamada o inspiración divina que te lleva un nueva forma de vivir la vida o un determinada dedicación.

emoticono triste

Un ejemplo sería el de un alto directivo. Tiene un buen sueldo y un buen puesto, está reconocido y tiene un buen trabajo pero no se siente completo. Le encanta la cocina pero eso es algo que no tiene nada que ver con su estatus actual.



Vale, ¿y si resulta que eso que ha salido no es lo que más te gusta?
Mal asunto.

A ver, no. Lo que pasa es que no te has parado a pensar qué es lo que realmente te hace vibrar. Te has enfocado en aquello que te da posibles. Hay que pagar la luz y el internet, ¿no?

Estoy hablando de que pienses ahora en aquello que te encanta, qué es eso en lo que te puedes pasar las horas muertas o no ves cuándo parar. Hacer esa actividad es hacer lo que amas.

Ok pues, lista al canto. Anota aquellas tareas, actividades, hobbies, destrezas, talentos o habilidades que te hacen sentir la persona más feliz del mundo cuando las estás haciendo. Esta será la Lista de cosas que me encantan y amo hacer.

Si te das cuenta, se acaba de crear una nueva confluencia. Se trata de ese deber de ayudar a la humanidad con aquello que amas hacer, aquello que amas y lo que te hace sentirte útil para con los demás, es decir, tu MISIÓN.

emoticono triste

Un ejemplo sería cuando un emprendedor tiene éxito en un nicho y le requiere tantas horas que, pasa el tiempo, y termina dándose cuenta de está a merced del mercado. Eso le crea mucha ansiedad.

Por último, nos centramos en la Lista de cosas que sé hacer y soy muy bueno haciéndolas y la Lista de cosas que me encantan y amo hacer. Si te das cuenta se trata de una instrospección. Ahora nos adentramos en ti. Se trata de cuál es tu PASIÓN.

Entonces vamos a ver qué es lo que falta en esta ecuación porque sigue sin aparecer ese motor que hace que te levantes cada día por las mañanas.

emoticono triste

Es el caso de esa persona que hace voluntariado o imparte sesiones sin ánimo de lucro por una buena causa. Al tiempo se da cuenta de que eso no es sostenible, no tiene ni para pagar el pan.

emoticono triste

Si has observado, todo tiene su lado positivo pero también algunas sombras. Como patas de una silla, puedes cojear de alguna pero mimando cada una de ellas puedes llegar a conocer cuál es tu sentido de vida, lo que en Japón se conoce como Ikigai (iki, vida y gai, vale la pena). Es aquello bonito que nos hace ser el número uno hace que la vida valga la pena.

ikigai

Pues esto y mucho más es lo que abordamos en el Método Kinku. ¿Vas a seguir padeciendo el mal de trabajar para tener vacaciones o realmente te vas a parar a reflexionar y decantarte finalmente por lo que te hace brillar?

Es un honor para mí compartir contigo todos mis conocimientos de grandes mentores y estar ahí, contigo, llevarte de la mano a dar ese salto cuántico soñado en tu camino personal de autorealización y liderazgo.

Sé que vas a llegar muy lejos y que tienes mucho que aportar a este mundo, y muy bueno. Confío plenamente en que así es.

Te espero. Escríbeme

Con profundo amor,

Bárbara.