Fundamento
La Ventana de Johari es una herramienta muy útil para el análisis de uno mismo. Está creada por los psicólogos Joseph Luft y Harry Ingham. De ahí su nombre, Johari.
Conocerse a uno mismo es trascendental pues saca a la luz toda clase de capacidades y aptitudes conocidas y las también desconocidas por nosotros.
Se puede aplicar a los distintos ámbitos de nuestra vida. Se está utilizando con resultados muy favorables en la gestión de equipos, favoreciendo la comunicación y eficacia en las relaciones interpersonales.
En otros ámbitos, como el familiar, está ayudando a aumentar el nivel de conciencia de los miembros restableciendo la confianza y la unidad familiar.
Realmente, es una herramienta que se puede aplicar a todos los ámbitos de la vida (salud, economía, relaciones,…).
El modo en que procesamos la información que recibimos y cómo varía la percepción que tenemos de nosotros mismos y de los demás, es la base en la que se sostiene este método.
Objetivo
El objetivo principal de esta herramienta es analizar cómo es uno mismo visto desde dos vertientes, una desde la autopercepción y otra desde la percepción de los demás sobre nosotros mismos, es decir, lo que proyectamos fuera.
También se trabajan los siguientes objetivos:
Ayuda a descubrirse a uno mismo en cuanto a habilidades y puntos fuertes que vengan de serie.
Conocer la percepción que tienen los demás sobre uno mismo a través de las relaciones interpersonales.
Determinar las cualidades de la persona inteligente.
Saber mucho más de nosotros y sacarnos así mucho más partido.
Metodología
Puedes orientar este ejercicio para un amplio listado de cualidades o características que quieras trabajar.
O bien, centrarte en un tema en concreto como por ejemplo “cómo me desenvuelvo en las relaciones personales; cómo soy en ese sentido”.
Para ello, te propongo seguir los pasos de un ejercicio creado por los autores de la ventana de Johari:
1 . Escoge una lista de entre 5 a 6 características que consideras que son las que más te caracterizan y representan en general.
2 . Solicita la ayuda de entre 3 a 5 personas de tu confianza que te conozcan bien.
Son aquellas que te quieren bien, porque van a ser sinceros y te van a decir cómo te ven.
3 . Les pedirás que hagan su propia lista de cualidades que te describen.Tendrán su propia opinión de ti.
4 . Escucha con atención lo que dicen de ti, sin juzgar.
5 . Recoge y anota la información que recibas ,dando las gracias.
Material
Ahora es momento de hacer acopio de todo ese popurrí de impresiones, incluida tu lista de cualidades que te definen, para construir tu ventana de Johari.
Te explico en qué consiste.
Consta de cuatro cuadrantes.
En la imagen también puedes ver las dos vertientes de las que te hablé: la de tu percepción y la de los demás sobre ti.
● Cuadrante 1 o Área Pública.
Es una zona abierta.
En ella vemos el área de nosotros mismos que los demás también ven.
Se da cuando interactuamos e intercambiamos información con los demás.
En este cuadrante has de integrar los rasgos que has identificado y, también, lo que hayas coincidido con, al menos, otra persona.
● Cuadrante 2 o Área Ciega.
Es el área que los demás perciben de nosotros que nosotros no percibimos. Lo que ven pero no nos cuentan.
Lo comunicamos también con nuestro lenguaje no verbal.
Muchas veces es la fuente de confusiones y discrepancias.
Aquí lo vas rellenar con los rasgos que otros han señalado pero tú no has considerado.
● Cuadrante 3 o Área Oculta.
Es nuestro ámbito privado y personal.
Lo que sólo nosotros sabemos pero no queremos compartir.
Son toda clase de miedos, sentimientos, secretos, opiniones, …
En este apartado pondrás los rasgos que nadie más que tú sabe de ti.
Tranquilo, esto es confidencial, así que tómate la libertad de explayarte.
● Cuadrante 4 o Área Desconocida.
Es la parte más recóndita de nuestro subconsciente.
No es que no lo sepan de su existencia los demás, es que,nosotros mismo tampoco tenemos constancia de ello.
Allí se encuentran las habilidades y capacidades ocultas.
Pueden ser vivencias, situaciones de conciencia, instintos ocultos, experiencias reprimidas u olvidadas.
Todo ello forma parte del inconsciente.
Se relaciona con los comportamientos, sentimientos y miedos desconocidos adquiridos en la niñez, que nos condicionan hoy en día.
Es nuestra fuente de creatividad, potencialidad y creación innatos esperando salir a la luz.
Así que, escribe en este cuadrante todos los rasgos que hayan quedado descolgados o por descarte no entren en el resto de cuadrantes.
Conclusión
Si te animas a hacer este ejercicio, seguramente:
descubrirás habilidades y puntos fuertes que no sabías que tenías.
Los cuadrantes están en constante movimiento, luego, un posible aumento o disminución en uno de los cuadrantes, va a afectar a todo el conjunto.
Debido a que es una herramienta de autoconocimiento, es posible que la persona no se encuentre capacitada para gestionar los rasgos que se encuentran en el cuadrante ciego, o que aparezcan sesgados pues no sea del todo sincero.
Lo mismo podría pasar con las personas que hacen el feedback, que prefieran ser suaves en cuanto a sus comentarios y los dulcifiquen.
Sólo siendo consciente de que es tu mayor beneficio, este ejercicio se hará con rigor. Si realmente te quieres conocer debes tener en cuenta su opinión.
Por otro lado, cuanto más te abras al mundo y te expongas desde con respeto y amor, estarás disminuyendo el cuadrante 3.
Te sentirás más libre porque estarás aumentando la confianza y seguridad en ti mismo.
Es una herramienta de crecimiento personal. Si quieres crecer, debes estar dispuesto a romper el cascarón.
Y ello implica estar abierto y receptivo a los comentarios que otras personas nos proporcionen para conocernos mejor. Un proverbio árabe: Si un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso. Si te lo dicen dos, mejor, mírate a un espejo. Si estás de acuerdo con el balance, adelante. Sigue así.
Si no, es posible que sea un buen momento para cambiar de actitud y de forma de actuar. Es probable que tengan motivos para ello a raíz de tu comportamiento.
Puede que lo que estés proyectando al exterior esté espantando el poder disfrutar de unas buenas relaciones y experiencias en tu vida.
Puesta a punto
Y como a mí me gusta ver el lado bueno de las cosas, he aquí una vuelta de tuerca si eres de los que ha sido consciente de cualidades que no han sido de su agrado.
¿Cómo puedes darle la vuelta? Bien, aquí te muestro la ventana de Johari desde otro punto de vista.
En este caso, ahora que ya sabes lo que no quieres o por donde van los tiros de lo que quieres cambiar, escoger las principales características de la persona que tiene la cualidad que tú deseas.
Por ejemplo, te gustaría ser más inteligente o más productiva. Entonces, haz una lista de qué define a una “persona inteligente” , un “persona productiva” o el área que quieras tratar.
Después, rellena el cuestionario que te propongo, marcando con un círculo el grado en el que tú consideras que posees esa característica o cualidad (siendo1 la puntuación más baja y 5 la más alta).
En el siguiente paso tomarás de 3 a 5 personas de confianza que te conozcan bien para que lleven el mismo proceso de evaluación de forma anónima y privada en la plantilla nº2 que te he dejado abajo.
Como tú ya has escogido las características que definen a tu ideal, ellos sólo tienen que evaluar de 1 a 5 el grado en el que piensan que tú tienes esa cualidad.
Cuando ya tengas en tu poder todas las evaluaciones externas, es hora de trasladar los resultados a la plantilla nº1.
Ahora es momento de hacer balance y sacar de nuevo conclusiones en cuanto a tus fortalezas y debilidades.
También tus competencias cognitivas y cómo te desenvuelves emocionalmente.
Vas a tener una apreciación significativa de percepción hacia ti mismo y de la percepción que tienen los demás sobre ti.
Claro está, que con la ayuda de un profesional, todo este trabajo será mucho más liviano y claro. Escríbeme.
Conociendo las posibles semejanzas, diferencias y causas tienes vía libre para un plan de acción hacia la persona que verdaderamente quieres ser.
Con Amor,
Bárbara