Productividad, Gestión del Tiempo, Organización…
Quizá ya estés hasta los mismísimos cuando sale el tema pero, como diría una imagen de Julio Iglesias, “Lo tienes que hacer y lo sabes”.
Pues algo así. Te vas a encontrar mil técnicas, pasos, guías, consejos… y está bien. Ahora sólo te queda encontrar el zapato que se adapta a tu horma.
Por este motivo, te traigo aquí mi propuesta: una serie de ideas que puedes implementar para empezar a ordenar tu día a día con suavidad, paso a paso, para que tú las vayas integrando a tu modo.
Así es como empecé.
Del más absoluto caos físico y mental, integré un estilo de vida con el que conseguía sentirme más libre, enérgica y feliz. Porque lo más importante es que te sientas bien haciendo lo que haces. Sino, ¡menuda carga!
1. Ordena tu lugar de trabajo
Esencial. La suciedad y los trastos desenfocan totalmente. Necesitas claridad mental y eso se consigue teniendo todo limpito y en su sitio.
2. Haz primero lo que menos te apetezca hacer
Trágate el sapo, primero tu roca o tu Core. Da igual como lo llames, cuanto antes te quites de encima lo que no te gusta hacer, mejor te vas a sentir y más productivo vas a ser. Menudo peso de encima te quitas.
3. Planifica a la semana y revisa día a día
A mí me gusta hacer la planificación de la semana los viernes. Me encanta esa sensación de tener las cosas controladas. Pero nada más lejos de la realidad. Necesito supervisar cada mañana qué es lo que me depara el día y después ver si he llegado a hacerlo realidad.
Así, de este modo, estás haciendo una visualización y eso ya es un gran paso para que todo lo que tienes previsto hacer se dé.
4. Establece objetivos por áreas
Puedes hacerlo de muchas maneras, pero simplifica. A mí me ayudó empezar a establecer objetivos en solamente tres áreas: la profesional, la personal y la familiar. Luego, cuando ya tengas destreza, ya podrás meterte en más fregaos. Pero, por experiencia propia,
5. Plantéate unos 10 objetivos por semana
No más. Puedes tener otros escritos en la lista de espera pero céntrate en unos pocos y obtén resultados. De lo contrario seguirás teniendo objetivos por cumplir, en vez de resultados conseguidos.
6. Delega tareas en las que no aportes valor
Quizá, aunque sea de manera virtual, puedas encontrar un asistente personal que te haga algún trabajo en especial. Seguro que tú le puedes ayudar y así, podéis hacer un intercambio. Es como un banco de tiempo.
7. Automatiza todo lo que puedas
Tener claro qué es lo que vas a publicar, cuándo, dónde es fácil con programas que lo hacen por ti, como por ejemplo Metricool. Lo programas un día y tienes libre en ese tema el resto de la semana.
8. Apóyate en otros
Y como hay nombre para todo aquí te lo cuento: hazte con un Accountability Partner, o lo que es un socio de acompañamiento. Es una persona a la que le expones lo que quieres hacer y luego le rindes cuentas de lo que has conseguido y de lo que no, y por qué motivo no lo has hecho.
9. Descansa
Menos horas de sueño sólo va a provocar más cansancio y menos rendimiento. Es cuestión de escuchar tu cuerpo. En mi caso, me he dado cuenta de que dormir más de 7 horas me viene peor. Para mí, lo ideal, son 6 horas.
10. Trabajar lo justo
No por estar más horas vas a avanzar más. Se trata de ser lo más eficiente posible, es decir, hacer una tarea en menor tiempo, ayudándote de herramientas que te faciliten el trabajo. Optimiza tu tiempo al máximo.
Siguiendo el ejemplo de antes, serías eficaz si cada día publicas religiosamente un post en Instagram. En cambio, serías eficiente si utilizases un programa que lo hiciera por ti. ¿Ves la diferencia?
11. Pomodoros de 25 minutos
Quiere decir que, en periodos de trabajo, hagas bloques de 25 minutos de máxima concentración. Puedes hacer 4 bloques de 20-25 minutos (establécelo tú como mejor te venga) con descansos de 5 o 10 minutos. Fija tus tiempos y pruébalo. Funciona.
12. Silencia notificaciones
Aparta toda clase de distracciones en tus periodos de concentración. No te digo más, es fundamental.
13. Reúnete puntualmente
Ya sea en persona o de forma virtual, pide que no te molesten. No cojas las llamadas, pero luego devuélvelas. Así, sin que se den cuenta, estarás estableciendo un horario en tu día para atenderles.
14. Conócete a ti mismo
No es magia ni cosas de algunos hiervas. Es lo que te acabo de decir, fija tus tiempos y pruébate. Mírate cómo te sientes. Vas a descubrir cómo eres y eso ya es un gran paso para potenciar todas tus cualidades y sacarles el máximo partido.
15. Tareas de máximo 2 minutos
Si hay algo que lo puedes hacer en menos de 2 minutos, no lo dejes para después. El resto, escríbelo en una lista de tareas. Pero sobre todo, sácalo de tu cabeza.
16. Ponte a dieta hipoinformativa
Estar al tanto de todo lo que hacen los demás no hace más que llenarte la cabeza de grillos, cansarte o, lo que es peor, sufrir de parálisis por análisis o hundirte en la miseria bajo el síndrome del impostor. Tela, ¿verdad? Pues eso, noticias las justas.
17. Mentorízate
Elige a una persona y síguela, modélala. Pero actúa. No te quedes sólo en ver qué es lo que hace. Búscate a esa persona que tiene lo que tú quieres y empieza por ser así. Ya sabes, para tener primero hay que ser y después hacer. Te lo explico en este vídeo. Te lo recomiendo.
Estas son algunas ideas que yo he implementado y me han servido para ser más eficiente en mi día a día. Te propongo que elijas algunas, las apliques y me cuentes cómo te está yendo.
Si aún así, no encuentras tu norte, déjame que te eche una mano.
Te mando un fuerte abrazo. Escríbeme.
Estoy encantada de ayudarte.
Con profundo amor,
Bárbara.