El otro día, escribiendo sobre el post Aprender, un expertise inesperado, tuve lo que llaman por ahí un ajá!, un eureka!, un hallazgo sobre lo que Humildad significa realmente.
Siempre he asociado esta palabra a temas religiosos, pero resulta que cuando he llegado al emprendimiento me he dado con ella en las narices.
He de reconocer que me ha rechinado desde siempre porque la asociaba a subordinación.
Pero cuando he indagado sobre el tema más en profundidad, y sobre todo, en los temas de negocios, me he dado cuenta que esta palabra aporta los valores esenciales que toda persona que quiera prosperar en la vida necesita.
Ahora lo veo desde otro prisma. Es más, agradezco de todo corazón haberme topado con ello, pues he sido testigo de la evidencia que es el hecho de que somos parte imprescindible de un Todo mayor.
Más abajo, trascribo esas ideas que plasmé en un papel.
Muchas veces nos podemos confundir con el lenguaje.
Humildad no es humillación.
Está claro que no es igual, pero puede llegar a relacionarse cuando no tiene nada que ver.
No se trata de someterse a todo y a todos.
La Humildad es:
- la capacidad de aceptar que nos queda mucho por aprender y, por otro lado,
- es sentir gratitud por aquellos que nos enseñan el camino que nosotros no hemos recorrido.
La humildad es una cuestión de aceptación y gratitud.
La humildad es esencial si queremos aprender.
Aprender es expandir nuestra conciencia, aquello que nos hace ver más allá, que nos hace salir de nuestros límites, de nuestra zona de confort.
Se trata de realizarnos como persona, alcanzar nuestros anhelos y sentir la libertad de decidir qué queremos hacer con nuestra vida y hacerlo.
La humildad es el vehículo para hacer realidad nuestros sueños.
Es una opción, una actitud, una puerta abierta.
- Humildad no es pobreza sino dignidad, amor y respeto.
- Humildad es empatía con interés y conciencia.
Humildad es aceptar que no sabemos todo y agradecer que otros nos lo enseñan.
Ahora esta cita que tanto he escuchado tiene sentido para mí:
¿Tiene sentido para ti? Déjame en comentarios qué conclusiones sacas al respecto.
Gracias por estar ahí.
Con amor,
Bárbara.