Actitud no es aptitud, ¡bien seguro!
La aptitud es la capacidad que uno posee para realizar cierta actividad.
En cambio, la actitud es la predisposición que una persona adopta de cara a hacer una actividad.
La aptitud hace referencia a los conocimientos que tienes sobre alguna o algunas materias (escribir artículos, editar vídeos, hacer una campaña de marketing…) Se trata de la capacidad que tienes de obtener un resultado. La aptitud se consigue estudiando y practicando. Así es como se consigue la excelencia en una materia. Ya sabes:
En cambio, la actitud es la manera de estar dispuesto a comportarse y obrar de cierto modo. La actitud marca definitivamente los resultados que se obtienen en la vida.
Rafael Nadal es apto para el tenis al haber invertido miles de horas de su tiempo y, por otro lado, su actitud incentiva el hecho de ganar un campeonato más.
La actitud es aquello que haces con los conocimientos que has adquirido en la vida.
Atreverse y perseverar con una actitud proactiva es lo que te inducirá irrevocablemente al éxito.
Nunca lo había explicado así. Me quedé de piedra. Me encantó y aquí te lo comparto: en el mundo empresarial se contrata por aptitud (por todo aquello que sabes) y se despide por actitud (la predisposición que gastas). Impresionante.
Aunque lo que uno sabe es fundamental, lo es más aún demostrar la actitud necesaria en cada momento. Este hecho es lo que termina por marcar la diferencia en la vida de los emprendedores.
Por este motivo, te voy a realizar un mini juego. Responde sin demora:
¿Cuál es tu actitud principal hoy ante la vida?
¿Cuál es la actitud que tienes en tu negocio?
Ahora sin pensar, di una sola palabra. Rápidamente.
Bien, escúchate, párate a pensar en esa última palabra.
¿Te ayuda o te para?
Con este pequeño juego vas a poder identificar el punto en el que te encuentras, es decir, la actitud y la determinación que estás volcando ahora en tu proyecto.
Si nos pidieran hacer una lista de actitudes que tendría que tener un emprendedor ideal podría ser la siguiente:
Y no me digas que esa lista es un estado ideal. Te afirmo que, si en algún momento de tu vida has tenido esa actitud, ten en cuenta que la tienes, aunque esté ahí latente.
Si haces el ejercicio de describir las cualidades de alguien a quien admiras,estate en lo cierto de que tú también tienes esa cualidad.
¿Por qué?
Porque si eres capaz de verla es que estás en sintonía, sabes de qué va y entiendes. Eso significa que tú también la tienes o lo eres, por muy escondida que esté esa actitud.
Realmente, tu vida es un reflejo de todo lo que eres capaz, lo único es que se te olvida. Pero recuerda que has hecho cosas maravillosas.
Seis actitudes tácticas
Nos podríamos tirar aquí diciendo bondades de la valiente caballería que son los emprendedores pero, si he de escoger, escojo seis actitudes por considerarlas las más tácticas de entre las demás actitudes.
Me han comunicado fuentes bastante fidedignas, que te fundas con ellas como si no hubiera un mañana. Si lo haces tienes billete rumbo al éxito en todos y cada uno de los proyectos que emprendas.
Son las siguientes:
1. Carpe Diem
Disfruta el momento. Puede parecer obvio pero es que sé que se te olvida pronto cuando te dejas llevar por las preocupaciones; como nos cuenta esta maravillosa película “El Club de los Poetas Muertos”
Si quieres hacer el Camino de Santiago y estás deseando llegar, mejor cógete un vuelo directo que te lleve de Roncesvalles a Santiago. Pero luego no digas que has hecho el camino porque caminar, caminar, ha sido más bien poco.
Sería lo mismo, ¿no?
Si te centras en el resultado (llegar a cierta cantidad, ampliar tu comunidad en x%…) está muy bien, pero no te darás cuenta del trayecto.
No habrás recibido todas las enseñanzas que lleva, en definitiva, te habrá faltado la experiencia.
Opta por el modo viajero, aquel que incorpora el aprendizaje y que disfruta con lo que hace.
Está claro que haya momentos en los cuales te encantará pasar página porque pueden ser etapas duras y desangeladas. Pero es entonces cuando te tocará relativizar y tomarte las cosas con humor. Viéndolo en perspectiva, seguro que son tonterías que no tienen la mayor trascendencia.
2. Intensidad y frecuencia
Ya lo decía Woody Allen: “El 90% del éxito se basa en insistir “. Y también te lo puede decir Bárbara Plaza, que le decía a su hermana “venga, déjame el jersey, venga, déjame el jersey, venga, déjame el jersey, …” Así como unas veintitantas veces, si no son más. Recuerdo decir a mi madre, “anda, que por no escucharla, déjale el jersey de una vez”.
Fíjate, yo desde tan niña, conociendo el puro marketing de ventas. Virtuoso, ¿no crees?
Emprender es una carrera de fondo. No es ninguna carrera de fin de semana o de tres mesecillos y ya está. Pues no. No es ningún spring.
Realizar las distintas tareas con perseverancia es inteligente. Pero en su extremo, la cabezonería, sólo te llevará a la obcecación y la rigidez, que tampoco son buenas consejeras.
De la frecuencia brota la resiliencia.
Resurge como el ave fénix una y otra vez. No tienes otra. Un bebé no se plantea el número de veces que se va a levantar después de no sé cuántas caídas. Se levanta una y otra vez, y punto.
Dejarlo para después no hará más que debilitarte por el camino, perdiéndote en un mar de ideas que nunca llegarán a hacerse realidad.
Mejor supera la adversidad y anímate sabiendo que saldrás reforzado de esa experiencia. Aprende de tus errores e infortunios pues, de lo contrario, la vida te estará repitiendo el mismo tema en el mismo o distinto escenario para que comprendas el mensaje.
Recuerda que:
La vida nunca nos pone una prueba que no podamos superar.
3. Y, ¿por qué no?
Me hace gracia porque esto fue lo que me dije yo tiempo después de conocer a mi pareja, pero aplica a cualquier ámbito y en el emprendimiento no va a ser una excepción.
La inercia es la condición en la que un cuerpo sigue manteniendo el movimiento que lleve, siempre y cuando no haya una fuerza de rozamiento que interfiera en dicho movimiento.
Así, si te pillas pensando en algo, incluso si es una locura, lo único que tienes que hacer es pasar el filtro de “Y, ¿por qué no?”
Acuérdate que si te dicen que es una locura es síntoma de que estás en lo cierto.
El ser humano tiende a estar en la zona de comodidad, así, tranquilito para que no se despierten las alarmas y tener todo controlado.
Si no encuentras 5 poderosas razones que te disuadan es que lo has de hacer fijo.
Venga, te propongo un ejercicio.
Primero, detecta un proyecto, un objetivo que desees realizar donde la perseverancia sea la nota principal.
Segundo, bloquea en tu calendario aquellos ratos a los que le vas a dedicar tiempo a ese objetivo. Bloquea todo un mes. Hazlo también en tu agenda.
Por ejemplo, una hora por la mañana, tres veces a la semana, los jueves por la tarde, de lunes a viernes a las tres… Como tú quieras, pero durante todo un mes.
Esta es una práctica estupenda para saborear el poder transformador de la perseverancia para lograr todo aquello que nos proponemos.
4. Lo voy a hacer en…menos
Imagínate tu escritorio repleto de libros, papeles y papelitos, bolígrafos… cientos de cachivaches con la etiqueta esa de “de hoy no pasa”. Y así cada día se convierte en una lucha entre tus quehaceres y tus obligaciones. Cuesta mucho concentrarte en escribir un post cuando por el rabillo del ojo estás viendo no sé cuántas notitas de cosas pendientes y más.
Lo voy a hacer en … menos, es la técnica en la que te pones a hacer aquello que te has propuesto y te pones un límite de tiempo para hacerlo.
Está demostrado que cuando necesitas entregar un libro,un informe…eres más productivo y estás totalmente enfocado en los últimos instantes antes de la fecha de entrega porque te pilla el toro. Entonces sitias a tu cerebro y lo enfocas para que saque todo su potencial.
Dedicas unos segundo a ponerte literalmente de pie, a modo de espectador, a ver qué es lo que está pasando. ¿Te imaginas? Estás de pie, a un metro de tu escritorio, viendo el panorama.
Ahora prioriza. ¿Qué va antes? ¿Qué has de hacer? Y ponte un tiempo (10 minutos). Si se trata de ordenar físicamente cosas, hazlo en la mitad de tiempo que te has propuesto (5 minutos).
Y si tu segundo round es el del escribir el post hazlo en modo Lo voy a hacer en … menos. Es decir, ponte a piñón como si no hubiera un mañana. No existes para nadie. Sólo estás para tu post. Nada más.
Absoluta focalización y entrega.
¿Para qué sino se hacen los retiros espirituales? Porque si para hacer ejercicio físico nos cuesta la vida, para hacer Ohmmmm, como no te pongas a ello a tope, te dan 7 reencarnaciones y aún no has llegado a ninguna parte. Pero de eso del crecimiento personal ya hablaremos en otro momento, pero te anticipo que lo practicas every day.
5. Más hacer y menos pensar
No hacer las cosas pensando en que no sabes si van a salir bien es de piiiiiii. ¿Por qué? Sencillamente porque es la mente boicoteadora la que te está examinando. Se han terminado los parciales y los finales. Sólo tú caes en la percepción de lo que está bien o está mal. Que otra persona te diga lo que le parece es su tema. Que tú quieras variar tu forma de hacerlo a raíz de eso, es una opción.
Tú eres la única persona que evalúa lo que haces y aceptas cómo lo hace. Los demás pueden decir misa. Lo que tú pienses de ti y de lo que haces es tal cual lo defines tú.
Por este motivo, no des cancha a pensamientos que te paralicen. Identifícalos y zánjalos de raíz. Todo lo que haces lo haces bien porque lo estás haciendo de acuerdo con el entendimiento que tienes en este momento.
La interacción con los demás, el estudio de nuevas estrategias y maneras de hacer las cosas, tu propia experiencia según los resultados que has obtenido hasta ahora hacen que vayas modificando paulatinamente. Estás aprendiendo. Estás creciendo en tu negocio a nivel profesional y personal.
6. Ponte en valor
Ya lo habrás intuido, pero te lo repito. Aquí, lo más importante eres tú. ¿Cuándo es la última vez que te has parado a pensar en todo lo que has conseguido? La vida es un camino sin fin y las experiencias que vivimos son miles, por muy sencilla que parezca tu vida.
Venga, a ver, piensa en los logros que has conseguido a lo largo de tu vida. Seguro que has pensado en terminar una carrera, comprarte un coche o una casa o, incluso, tener un hijo.
Está bien, pero indaga un poco más.
Rápido, coge papel y lápiz y escribe una lista de 10 logros que hayas conseguido en las últimas 24 horas.
Por muy simple que te parezca, el hecho de levantarte a tal hora ya es un logro, haberte lavado los dientes, haber dejado café hecho para tu familia, hacer la cama, escribir 100 palabras, hacer y editar un vídeo…
Desde luego que la autoestima está basada en todas y cada una de, no solo las grandes victorias, sino también de los pequeños logros que alcanzamos cada día.
Honra tu historia personal. Te dará seguridad, confianza y poder.
Arduo es el camino del emprendedor. Un camino que no tiene fin. Más bien, un estilo de vida. Si estás en sintonía con lo que te cuento, puedo ayudarte a fomentar la actitud que te llevará a conseguir ese estilo de vida que anhelas.
Escríbeme. Siento un gran privilegio por poner a tu servicio toda mi experiencia y conocimientos.
Y recuerda este fragmento de Paulo Coello:
Con profundo amor,
Bárbara.