No sé si eres un indie o un heavy o estás en la charanga de tu pueblo, siempre que quieres hacer un cambio de cualquier tipo o adquirir algo que no tenías en tu vida, inevitablemente vas a partir desde un punto A hacia otro que llamaremos B. Aunque no seas consciente de ello, siempre trazas un plan de acción.
Por experiencias pasadas o por imitación de cómo lo hacen otros, muchas veces hacemos este recorrido de modo automático. Ni siquiera lo pensamos. Vivimos tan rápido que no le damos importancia.
Otra cosa es que quieras ser el director de orquesta de tu vida. Que seas consciente de que puedes vivir las experiencias que quieres vivir. Así, a tu antojo; como si quisieras hacer una receta de cocina y estuvieras en el paso de hacer una mise en place, o lo que es lo mismo, sacar todos los ingredientes que necesitas y ponerlos a la vista todos juntitos.
Si has estado siguiendo las herramientas que te he propuesto, y si no éste es un momento ideal para hacerlo, verás que puede haber algo que se te vaya de las manos. Cuando queremos hacer cambio, ya se encargará el ego o nuestra mente, de escapar por cualquier puerta entreabierta que vea y seguir manteniéndose en la zona de confort, que ahí sí que no tiene problema.
Comenzamos con una herramienta que te permitía ver qué tenemos entre manos. Con la Ventana de Johari
, pudiste-puedes ver cómo te muestras al mundo y cómo te ven. Qué apreciación tienen los demás de ti, qué ven en ti.
Por otro lado, vimos cómo la Rueda de la Vida te ayuda a balancear todos los ámbitos que conforman tu vida. Es esencial tener una armonía exterior e interior para que los cambios que quieras introducir en tu día a día se integre como una pieza de un puzle, pues de lo contrario, te costará un montón y acabarías por abandonar el intento.
Tanto la Ventana de Johari como la Rueda de la Vida sirven para hace un diagnóstico de una situación inicial A y esclarecer la situación deseada B a la que se desea llegar. El cómo, o lo que es lo mismo, el plan de acción, es lo que determina la materialización del deseo deseado. 😊 Vamos, que por mucho rezar, si no estudias, si no ayudas al Universo a que te ayude, poco vamos a conseguir.
En la construcción y ayudarte a la consecución de ese plan de acción, ahí estoy yo. Ahí sí que puedo echarte una mano dando luz a eso que no controlas o no ves. Si quieres, queda conmigo y lo vemos mientras tomamos un café virtual.
En esta ocasión te muestro cómo podemos desarrollar y potenciar nuestras habilidades para llegar a esa situación B que deseamos.
Como decía Stephen Covey, autor del libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, ”Cuanto más usamos y desarrollamos nuestras aptitudes actuales, más aptitudes se nos conceden y mayor es nuestra capacidad”.
Fundamento
El Fundamento de la Matriz DAFO recae en el estudio de las siglas que la conforman. También lo podemos encontrar como Análisis FODA. Te lo explico así y entenderás por qué:
Fortalezas (Quiero y tengo): Se trata de aquellos puntos fuertes que nos ayudan e impulsan a lograr las metas que nos propongamos. También se integran los recursos y capacidades que disponemos.
Oportunidades (Quiero y no tengo): Son las situaciones externas y positivas que favorecen la consecución de las metas que nos hemos marcado. Son los hechos o situaciones que, una vez identificados, podemos aprovecharlos a nuestro favor.
Debilidades (No quiero y tengo): Son los puntos débiles que minan el logro de nuestras metas.
Amenazas (No quiero y no tengo): Aquí entran aquellos obstáculos (hechos o situaciones ajenas) que nos perjudican a la hora de alcanzar nuestras metas.
Objetivo
El Objetivo de esta herramienta es la de conocernos mejor a nosotros mismos, en base a un análisis interno mediante un análisis de las fortalezas y debilidades que tenemos. Y un análisis externo cuando examinamos las oportunidades y amenazas que tenemos del entorno que nos rodea. Todo ello va a contribuir a desarrollar el mapa que conforma nuestra realidad.
Metodología
Vale, ¿y cómo procedo? Pues bien, te toca interrogarte. Has de rellenar cada una de las cuatro casillas. Para ello te ayudará preguntarte algo así:
Para conocer cuáles son tus Fortalezas: ¿qué factores me hacen mejor que nos demás? ¿Qué me gusta hacer? ¿En qué soy bueno y, por ello, destaco de los demás? ¿Cuáles son mis destrezas y virtudes que más me ayudan a conseguir lo que quiero?
En cuanto a Oportunidades: ¿De qué me puedo aprovechar de lo que existe a mi alrededor? ¿Qué necesidades tienen los demás que yo puedo satisfacer? ¿Qué problemas tiene mi alrededor que yo puedo resolver? ¿Qué hay ahí fuera que favorece que yo alcance mis metas y me dé ventaja?
En Debilidades: ¿Qué me impide, en primera persona, alcanzar mis objetivos? ¿Cuáles son mis defectos y manías que no me suman?
En Amenazas: ¿Cuáles son las situaciones externas a mí que afectan negativamente? ¿Qué personas, hábitos o momentos entorpecen la consecución de los objetivos que me he propuesto?
Y como todo, una vez completada la matriz hemos de trazar un plan de acción con estos cuatro puntos de vista.
Por un lado, damos cuentas de lo que nos compete a nosotros mismos. Son las oportunidades y debilidades que constituyen las motivaciones dinámicas. Se denominan así porque, como queremos conseguir aquello que queremos, va a ser lo que más nos va a motivar para potenciar o mejorar, respectivamente.
Por el contrario, las fortalezas y amenazas son esas partes externas a nosotros mismos. No vamos a poder cambiarlas a merced. Constituyen las conocidas motivaciones estáticas pues lo único que podremos hacer para ellas es establecer estrategias para impulsar nuestros objetivos o bien, sortear esas trabas que nos puedan estar suponiendo.
Como abuelilla cebolleta, he de contar que hace muchos años que conozco esta herramienta. Estábamos haciendo un PORN. ¡¡Ja, ja, ja!! Sí, a mí también me sonaba a lo mismo al principio, pero no, amigo. Se trataba de un Proyecto de Ordenación de Recursos Naturales. Teníamos que ver qué medidas convenía tomar para tener contentos a todos, a los forestales con el crecimiento saludable y productiva de la masa arbórea, con los lugareños que tenían alojamientos turistas y con los que comercializaban la madera que se sacaba del monte.
Ya ves que la Matriz DAFO se utiliza tanto para el desarrollo profesional como el desarrollo personal. En empresas, marketing, coaching, ingeniería, mediación…
Si quieres avanzar sin pausa pero sin prisa, este autoanálisis te va como anillo al dedo. Hazla y me cuentas.
Escríbeme si quieres que te eche una mano.
Tienes todo mi apoyo. Gracias por estar ahí.
Con Amor,
Bárbara.