Hibernación establecida
Pero qué curioso todo lo que está pasando a nuestro alrededor.
Tantos días en casa, dan para pensar. Ves que siguen proliferando un montón de negocios por internet y entonces te entra la prisa.
O puede que ya estés hasta las narices de ver rollazos en la tele, vídeos insulsos en las redes de moda o con las pupilas superdilatadas de tanta videoconferencia con la familia y los amigos y las formaciones que lleves entre manos.
Quizá haya sido tal el hartazgo que, por no sufrirlo más, decides hacer algo.
Entonces piensas que igual un blog pueda ser un buen comienzo. Al fin y al cabo, siempre te ha gustado leer y escribir.
Sin más, la decisión está tomada. Hoy creo un blog.
Ahora la tecnología cada vez se está volviendo más y más intuitiva. Hay miles de foros y tutoriales que rondan por la red, luego ya no hay excusa a la hora de crear tu plataforma.
Y la verdad es que es bastante fácil. Hasta no tienes por qué coger un dominio aún (o sí, el primer año el precio es ridículo). Luego tienes plataformas que no son tan complicadas de utilizar.
Este blog es un ejemplo. No está hecho con WordPress, sino con Hugo, de Google. Si quieres saber cómo lo hice, escríbeme.
La democratización de un blog
El hecho de que la creación de un blog esté al alcance de todos no significa que cualquier idea que se te pase por la cabeza vaya a ser todo un éxito. Pero todo esto lleva un tiempo a tener en cuenta.
Entonces, te pasas 3 meses escribiendo un par de posts a la semana y bueno, llegas a conseguir unas 10 visitas al día. Entonces decides redoblar el número de artículos a ver si mejora la cosa y, durante otros 3 meses, te pegas una panzá a escribir.
Cuando te animas a ver las estadísticas, te das cuenta de que apenas has duplicado tus visitas al día. Un día así, sin más, abandonas con una frustración enorme.
Te acabas de dar cuenta del tiempo que has estado dedicando a todo eso y te has perdido un montón de eventos con tu familia o tus amigos y, lo peor de todo, has dejado de lado tus hobbies, ya no sabes qué es lo que te divierte y te hace feliz. Menudo panorama.
Pero volviendo al tema ese que te provoca la amargura del siglo, que no te deja disfrutar de las nimiedades que las tecnologías nos brindan… es como todo. Una misma herramienta, un blog, puede llevarte a la desidia absoluta o a construir un sistema que te brinde esa libertad económica y de tiempo que ves en otras personas.
Objetivo: encontrar el mejor blog para ti
Tu objetivo es encontrar esa idea que, plasmada en un blog, demuestras que puedes ayudar a tus lectores y les orientes a que acudan a ti para resolver sus dudas e inquietudes. Además, también entra en el lote que esto genere ingresos que te permitan cambiar de vida.
Sí, eso está muy bien, todo muy pensado y arregladito pero, ¿por dónde empezar?
Ya lo decía Pablo Picasso:
Y es que te puedes fijar en cómo lo hacen los demás, pero darle tu toque genuino y personal sólo lo puedes hacer tú. Vamos a identificar ese gran blog que llevas dentro.
Se trata de dar con ese punto de intersección entre varios puntos de vista. Es como llegar a esa plaza donde confluyen varias calles. Si quieres hacerlo chapó, te invito a que descubras tu Ikigai. Te ayudará mucho a esclarecer qué quieres hacer.
Pero a modo de resumen te lo muestro aquí:
Has de buscar aquellas temáticas donde tengas destreza y puedas hablar y crear valor sin necesidad de una investigación profunda durante horas para escribir un artículo de 1000 palabras.
Lo suyo es que tengas la facilidad de plasmarlo de forma fluida y casi sin pensarlo. Recuerda qué es eso que llevas haciendo desde hace años o quizá aquello en lo que te estés formando en estos momentos. En cualquiera de esos casos, tendrás la facilidad de producir contenidos en esas temáticas.
La ley de la oferta y la demanda, algo demandado, algo pagado. Porque no sólo el foco está en que atraigas a lectores que consumen tu contenido gratuito, sino también quieres atraer a lectores que se transforman de manera natural en clientes de lo que tú ofreces.
Es fundamental que lo que hagas te ha de aportar ingresos. Sentirte bien es una necesidad vital.
Necesitas lectores que te lean. Busca aquellos lugares donde necesiten lo que tú ofreces. Es cuestión de conocer quién es tu lector y dónde se encuentra para ponerle en bandeja tu propuesta. Se trata de encontrar un buen micronicho.
Acuérdate que haciendo lo que ya hacías antes consigues un negocio nutricional pero, si lo que quieres es crear un negocio que te haga profundamente feliz, has de incluir este importante ingrediente: que te provoque mucha emoción.
De lo contrario es posible que te aburra y, lo que es peor, que lo dejes al cabo de un tiempo pensando que tú no tienes madera para esto. Haz algo que te apasione y te dará la energía que necesitas para llevar a cabo este proyecto.
Este último requisito resulta ser un buen filtro para todas las características anteriores. Por otro lado, es fácil validar económicamente la temática de tu blog.
Basta con echar un vistazo al mercado y ver que existen otros blogs que ya están ofreciendo lo que tú deseas vender o vendes a tus lectores y ver cómo les va.
Y si aún no te da seguridad esto que digo, comprueba que:
Puedes encontrar libros en Amazon sobre tu tema.
Existen revistas en los quioscos sobre lo que trata tu blog. Aunque se lleve mucho el mundo digital, sigue existiendo un fuerte sector de la población que prefiere la lectura física.
Se organizan talleres y cursos. Puedes hacer un barrido también en grupos de Facebook o en eventos en Eventbrite. Es una manera de comprobar que hay público que está dispuesto a invertir en este tipo de experiencias o formaciones, ahora especialmente en online.
Tu cometido es encontrar tu propuesta de mayor potencial. Ordena todas esas ideas para identificar aquello que te hace feliz, aquello en lo que eres útil y ayudas a mucha gente y con la que te ganas un buen dinero para cambiar o mejorar tu estilo de vida.
Deja de complicarte la existencia. Como punto de partida vas a poder lanzar tu blog de manera consciente y dirigida.
EJERCICIO PRÁCTICO para Evaluar la Temática de tu Blog de Éxito
Si tienes dudas de cuál sería la temática de tu blog, aquí te propongo que realices un ejercicio. Para ello, céntrate en lo que dominas o lo que estás aprendiendo. Haz una tormenta de ideas.
Después, indaga un poco más. Aquí te propongo una serie de propuestas para que te sea más fácil encauzarte.
Haz una lista de aquellos temas por los que te preguntan tus amigos o compañeros de trabajo. ¿Qué es aquello en lo que tienen la confianza de venir a preguntarte para que les asesores?
Ahora haz una lista de todo aquello en lo que te estás gastando el dinero en el último año. ¿Qué son, hobbies, formación? Si estás invirtiendo en ello es que realmente es tu pasión. Considera también todo esto.
La nueva lista que te propongo es la de todas las herramientas, programas, aplicaciones y habilidades profesionales que conoces y dominas en cierto grado. No caigas en la autocrítica. Piensa que claro que hay personas que lo dominan mejor, pero peor también. Escríbelas, no las pases por alto.
Ahora indaga en tu propio recorrido vital. Refleja 5 situaciones críticas por las que has pasado, 5 momentos dolorosos que te hayan acontecido. No los cuestiones, supera ese trago. Añade también cómo los superaste y de qué modo te cambió la vida en ello.
Ahora imagínate como profesor o formador, una persona experta en la materia. Si tuvieses que dar una clase, un curso o una formación, ¿de qué tema la darías?
Entonces, a estas alturas, seguro que te has hecho con una buena lista de ideas potenciales. Entonces es momento de ordenarlas. Aquí tienes una tabla en la que podrás ponerle nota a tus ideas. No pienses demasiado la nota que les pongas. Intenta ser lo más objetivo posible.
Ahí podrás ordenar todas las ideas que te han venido en distintos bloques. Luego les podrás dar el valor de 0 a 10. Después, extrae las tres ideas con mayor puntuación de todos los bloques. Te recomiendo que las resaltes con un color que llame la atención.
Por experiencia, la primera idea será el hilo conductor de la temática de tu blog y las otras dos, los temas que complementan esa primera idea.
Felicidades, acabas de encontrar tus ideas con mayor potencial de éxito para crear un negocio que te facilite un estilo de vida libre y feliz.
Diseña tu público objetivo
Para avanzar en tu idea genial de blog, necesitas conocer* a las personas a las que va dirigido. Hablamos de aquellas que puedan presentar interés en estas 3 temáticas estrella que te han salido.
En un primer caso, pregúntate. ¿Tú comprarías tu producto o servicio? ¿Te leerías tus posts? Si es así, lo tienes fácil, es muy familiar, descríbete a ti.
Pero si tienes claro que ese cliente ideal no eres tú, tienes que conocer muy bien cuáles son esas características básicas que tienen las personas interesadas en adquirir tu producto o servicio. Por supuesto, no es lo mismo hablarle a personas que apenas acaban de empezar a emprender que a aquellas que llevan ya 5 años.
Ahora es momento de rumiar todo este proceso. Revisa tus listas y todo lo que has pensado durante los próximos 3-4 días. Al siguiente seguro que ya tienes bien claro la temática de tu próximo blog. Este es el modo en el que te garantizas que tu proyecto se crea para durar y que va por buen camino para conseguir la libertad que tú quieres.
Empieza imitando un blog de éxito
¿Quién no conoce los cuadernos Rubio para aprender a escribir? A ver, es un ejemplo más de cómo aprendemos por imitación. Y además, ¡es que lo hacemos en un tiempo récord! Ahora es el lettering. ¿No te impresiona la de cosas tan bonitas que puedes llegar a hacer imitando lo que hacen otras personas o siguiendo sus plantillas?
El diseño en Canvas es otra, ese programa para crear y editar infografías, imágenes o presentaciones. En todo momento estás desarrollando tu creatividad.
No sólo reproduces lo que aprendes, sino que te hace desarrollar todo tu ingenio y originalidad. Y una cosa lleva a la otra porque aquello que empiezas y reproduces repetidamente en el tiempo, lo mejoras y terminas dándole tu toque personal.
Encuentra un blog que esté teniendo mucho éxito en el nicho al que te quieres dirigir. Luego imita lo que está haciendo: sus contenidos, sus infoproductos, su interacción con su comunidad, sus servicios e incluso cómo vende estas soluciones al mercado.
Es lo que necesitas hacer para progresar con fuerza y alegría. Ten en cuenta que te vas a encontrar con muchas dudas. No te achantes. Tener algo en que guiarte te hará enfocarte.
Cuenta con tus palabras los contenidos que ya han demostrado funcionar en tu público objetivo. No inventes la rueda, mira qué posts, lead magnets, infoproductos, servicios, emails que manda en su suscripción… Imita todo lo que puedas.
Ahora, no me preguntes el tiempo que te va a llevar todo esto porque será el suficiente para que instales en tu vida esa rutina bloguera que no vuelva a cuestionarse más.
No te preocupes, llegará el momento en el que te des cuenta de que has dejado de “copiar” y ya has creado tu propia marca personal. Ahora tus creaciones serán únicas de verdad. Déjate de comparaciones, de que si no tienes la suficiente preparación. Excusas nada más. Ponte a ello, pero ya.
PERO… No te voy a dejar ahí.
Ya que tú has puesto de tu parte yo pongo de la mía. Tú ya has alimentado a tu parte racional, yo te ayudo con tu parte irracional, el subconsciente, aquello que tiene la última palabra, esa fuerza interior que mueve montañas.
Tú puedes acceder a esa información gracias al Método Kinku. Seguridad, decisión, confianza, poder, satisfacción es lo que encontrarás en estas sesiones de autoconomiento que te envaucarán hacia esa persona sin miedos que eres, tu verdadera esencia.
¿Quieres que te cuente más? No tienes tiempo que perder y mucho que ganar.
Pon al servicio de los demás tu talento. Yo te ayudo a materializarlo.
Con profundo amor,
Bárbara