Feedback Positivo Metodo Mimo

niño y osito de peluche conversando

Hoy es un día especial. Hoy es el Día de los Enamorados. Hoy es el Día del Amor y la Amistad. Pero hoy te voy a proponer que te ames a ti mismo.

¿Cómo? Mimándote mucho.

Te regalo una manera de hacer un balance del proyecto que llevas entre manos. Esta vez no hay opiniones ni mentorías o asesorías externas. Serás tú y tu ojo clínico objetivo el que te ayudará a impulsarte.


1. Autoliderazgo

La vida del emprendedor es un torrente de nuevas ideas que surgen y quieren hacerse realidad ya. Y para los que no están entrenados en tan ávida aventura pueden verse avocados a sucumbir ante las nuevas oportunidades que se puedan presentar. Decir no o “voy a pensarlo en un rato cuando termine de hacer esto” es una habilidad que se consigue con la práctica.

Luego, este artículo va para aquellas almas cándidas que se han dejado llevar por los nuevos acontecimientos y han abandonado, momentáneamente, su estrategia de negocio.

El ejemplo es algo que me ocurrió a mí y que me ayudó a no sólo no ponerme verde por lo descuidado de mis quehaceres autoimpuestos con total conformidad, sino que me animó a superarme, respirar, coger fuerza y remontar con dignidad y amor propio.

Pero antes, te anticipo cuatro claves para que la historia no se desmarque para el fin que tiene el método que te voy a presentar. Esto lo hago porque es muy fácil caer en la crítica, la desilusión y la desmotivación.

Te presento una manera de parar, entender qué ha pasado, qué es lo que tienes, tomar cartas en el asunto y resurgir hacia adelante.

Es como si pidieras a otra persona que te sacara del embrollo o bloqueo en el que te has metido pero no, eres tú la persona que te saca adelante. Es una manera de dirigirse, vamos, de lo que viene a llamarse autoliderazgo.

Premisas:

(1) Céntrate en los hechos realmente han pasado. Me refiero a que te dirijas a aquello que has visto, oído o sentido. Algo objetivo. Luego ya puedes ir con tu apreciación, pero no antes.

hace dos semanas que no se ha publicado un post

(2) Más bien, valora en positivo. Primero enumera todo lo que se ha hecho bien, lo que no se ha hecho tan bien y aquello en lo que se puede mejorar.

Se ha dado forma a un nuevo servicio y se está testeando. Se ha aparcado el blog.

Prever las nuevas tareas e incorporarlas gradualmente en el calendario.

(3) Encuentra ese punto en el que se ha propiciado un resultado en concreto, conectando tu valoración con el resultado.

Cuando se encontró la posibilidad de testear con personas el servicio, se priorizó de inmediato dejando de hacer otras tareas importantes.

(4) En vez de caer en la calificación o descalificación, opta por referirte al comportamiento o al resultado.

Integrar nuevas tareas o proyectos en la agenda supone integrarlo respetando las tareas importantes anteriores: saber decir que no, sopesar la nueva adquisición y tomar decisiones en frio.

2. Método MIMO

Ahora ya sabiendo estas premisas, te enseño cómo aplicar el Método MIMO. Es el acrónimo de mantener, incorporar, modificar y omitir.

Es una forma de recordarnos que dar feedback es más útil si lo damos con cariño.

mantener
Mantener pautas y acciones que aportaron valor, fueron útiles y sería conveniente continuar haciendo. ¿Qué es lo que más te ha gustado?
incorporar
Incorporar acciones, contenidos o comportamientos que no estuvieron presentes y que habrían aportado un valor extra. ¿Hay algo que hayas echado en falta o añadirías?
modificar
Modificar esas acciones o actitudes que sí se han dado pero que conviene modificarlos en cantidad, frecuencia o calidad. En tu opinión, ¿cómo podrías mejorar?
omitir
Omitir esas pautas, acciones o contenidos que han estado presentes, pero no han aportado valor para conseguir el resultado esperado. ¿Hay algo que consideres que podría omitirse?

En definitiva, con el Método mimo obtendrás una información veraz, concreta, comprobable y útil. Evitarás dañar la autoestima y te llevas la posibilidad de generar la oportunidad de ampliar la conciencia y el aprendizaje de lo que lleves entre manos.


3. Cura de Urgencia

Vale y ahora que ya tienes un diagnóstico te propongo una cura de urgencia.

Ponte en situación. Imagínate que son las 7 de la mañana de un lunes, que por supuesto, el caos de las últimas dos semanas te ha dejado KO.

Bueno, y hace falta decir que, por supuesto, no has tenido ganas ni fuerza de planificarte la semana.

Entonces aquí estás frente al ordenador sin tener ni idea qué hacer y con un porrón de cosas pendientes que, más bien, te hacen respirar a un 30% de la capacidad total.

Bonito panorama, ¿verdad?

No te preocupes, aquí te lanzo un antídoto que te sacará del apuro, al menos por hoy. Ya sabiendo lo que hay, seguro que al final de esta jornada prefieres pensar y organizarte el día de mañana con tal de no volver a tener la frustración de hoy.

Bien, concéntrate. Respira hondo. Siéntate con la espalda bien recta en la silla y vuelve a respirar de nuevo.

1. Piensa en qué tres cosas has hecho en las últimas 24 horas de las que sientes verdadero orgullo y satisfacción.

Sí, no te escaquees que las encontrarás seguro. Anótalas.

2. Ahora piensa en aquello que, en las últimas 24 horas también, habrías podido mejorar, hacerlo de otra manera de modo que así hubieras conseguido un mejor resultado.

3. Por último, piensa qué cambios están en tu mano para poderlos incorporar en la jornada de hoy para que consigas aquello que deseas. Relájate, no te pongas una meta que no puedas conseguir, sé realista pero optimista.

4. Pero ésto no queda aquí. Espera a que pasen unas 6 horas o justo después del almuerzo.

Entonces es momento para analizar qué nivel de energía le has puesto a lo que has estado haciendo por la mañana.

  • ¿Realmente te has implicado?
  • ¿Has avanzado?
  • ¿Has terminado la o las tareas que te has propuesto hacer?
  • ¿Cómo te sientes?
  • ¿Qué puedes hacer por mejorar esa situación?

Espero y deseo que estas pautas te animen a que retomes tu actividad, dejes de criticarte y te centres en dar lo mejor de ti que para eso estás en este mundo.

Claro que nos podemos descarriar, pero saber cómo volver al ruedo nos va a subir la autoestima para poder hacer aquello que queremos.

Ahora ya tienes una manera con clase y tacto de hacer borrón y cuenta nueva, de analizar para avanzar, construir y aportar.

Peeero,

también te puede pasar que no termines de tener claro el enfoque que le estás dando a tu blog, a tu servicio o producto y eso te haga cuestionarte una y otra vez si estás en el buen camino.

¿Te imaginas que viniera el Santo Advenimiento y, por obra y gracia del Espíritu Santo, de una bola de cristal o de las altas esferas viniera y te dijera

“Amado compañeraaaa/compañeroooo, síííííí, no te preocuuuuupes, lo estás haciendo bieeeeen, sigue asíííííí´….”

Jajaja, sería la bomba, ¿no? Y también una relajación profunda porque el estrés que pasa el emprendedor no lo sabe más que el que lo padece.

Pues algo así es lo que te da el Método Kinku, un servicio que pongo a tu disposición para quitarte de una vez por todas esos quebraderos de cabeza que no hacen más que ser fuente de canas, granitos y contracturas varias.

Por tu salud física, mental, emocional y espiritual benefíciate de las bondades del Método Kinku.

Escríbeme y no pierdas más el tiempo, que ¡vale oro!

Te espero con los brazos abiertos.

Soluciones bárbaras para problemas bárbaros



Con profundo amor,

Bárbara.