En 1984 se lanzó un libro que llegó a ser best seller durante doce semanas consecutivas. Hoy en día lleva vendidas más de 50 millones de copias en más de 30 países a lo largo de todo el mundo.
El libro refleja cómo distintas enfermedades están asociadas a modelos de pensamientos.
Por ejemplo, hablaba que un resfriado aparece en el momento en el que suceden muchas cosas juntas. También en momentos de confusión mental o bien es que acontecen pequeños agravios.
Decía que una gripe se manifiesta a causa de una reacción a creencias negativas de la masa, existencia de miedo o tener fe ciega en la estadística.
Por último, encontré que aquel individuo que padece neumonía es aquel que se siente desesperado, cansado de la vida. Tiene heridas emocionales a las que no se permite mirar.
Resulta curioso que la sociedad en la que vivimos, las historias que acontecen en estos momentos, estén bañadas de estos pensamientos. Me quedo con lo de la confusión mental, la reacción a creencias negativas de la masa y a lo de estar cansado de la vida. Menudo cóctel, ¿no?
Cuando uno está viendo lo que hacen los demás, cómo viven la vida, cómo se visten, qué tienen, uno llega a desenfocarse por completo de su propia realidad y termina haciendo suyo el sueño de otro.
Luego llegan las comparaciones, la baja autoestima y la apatía.
Cansado de la vida es aquel que se ha olvidado de que estamos en esta vida un tiempo limitado y pasársela a modo de espectador, lo único que hace es eximirte de responsabilidades.
Puede que estos sean casos extremos, o no. ¿Quién no ha tenido un resfriado en los últimos 12-18 meses? ¿Quién no ha sufrido de estrés por diversas causas en un momento dado? Es normal que asalten un montón de pensamientos y, por supervivencia, la inmensa mayoría serán pensamientos negativos. Pero esto es sólo la antesala.
¿No crees que se está manifestando la evidencia de que ya es hora de pararnos a reflexionar si estamos haciendo en la vida algo útil? No es por alarmar a nadie pero morirnos, algún día, nos vamos a morir. Pero eso no da derecho a nadie a descargar la responsabilidad de vivir su vida a otro. Nadie tiene el derecho de hacerle aguantar su vela a otro, bien por desgana, miedo o rabia.
Qué curioso que en esta época que nos ha tocado vivir pase esto. ¿Será que es momento de que cada uno de nosotros tome conciencia?
Oye, y entre tú y yo, sabes muy bien que echarle la culpa a otros es escurrir el bulto. Buscar culpables de todo lo que pasa fuera es un error y ya te digo, una pérdida de tiempo.
Por cierto, el libro se llama Usted puede sanar su vida y lo escribió la escritora y oradora estadounidense Louise L. Hay. Referente, concreto e inspirador, habla de cómo se puede reestructurar la vida y alcanzar el amor propio. Es uno de mis libros de cabecera.
Pero no te creas que sólo me voy a quedar en la pena, no. Aquí te traigo una herramienta muy de Programación Neurolingüística ampliamente utilizada con grandes resultados: las afirmaciones. Positivas claro.
Personalmente las llevo utilizando desde hace muchos años y doy fe que funcionan. Y es que tu lenguaje unido a tu fisiología o corporalidad y el enfoque en lo que de verdad quieres experimentar, ver, sentir, oír y vivir en esta vida te dirigen como si fuera cosa de magia hacia ello.
¿Te vas a quedar sin probar? Aquí te dejo una muestra para los casos concretos que hemos visto más arriba. Y como sé que te gustaría imprimirlo y tenerlo colgado en la pared, aquí te dejo un enlace para que te lo descargues.
Déjame en comentarios qué afirmaciones utilizas y qué bueno te han traído.
Si quieres que te ayude o saber más, escríbeme.
Con mucho amor,
Bárbara.